Para esta época las escuelas elementales de la nación
ofrecían aproximadamente 15 minutos diarios de gimnasia, mientras que en las
escuelas secundarias eran de dos períodos semanalmente.
Fue evidente un marcado
desarrollo de gimnasios durante el comienzo del siglo veinte. De 52 ciudades
existían 323 gimnasios y otros bajo construcción. Además, comenzó un auge en el
programa interescolar.
Una encuesta realizada en 1907 mostró que 28% de los
estudiantes de 290 escuelas superiores estaban involucrados en uno o más tipos
de deportes.
Algunos educadores estaban en contra de la participación femenina
en las competencias interescolares. Sin embargo, éstos favorecían su
participación en los juegos intramurales.
Para este tiempo la mayoría de los
colegios y universidades contaban con departamentos de educación física y
ofrecían algún tipo de programa gimnástico para sus estudiantes.
En otro sondeo realizado en 1908 se mostró que 41% de los
directores de educación física tenían grados médicos, 3% poseían grados en
doctores en filosofía (Ph.D.) y el resto contaban con grados en bachillerato.
Debido a problemas en las competencias atléticas interescolares, se comenzó a
dar énfasis a los programas atléticos intramurales. Además, surgió la idea que
el atletismo debía ser para todos.
Para esta época también hubo un desarrollo
vertiginoso en el movimiento de los campos o parques de juego para niños
(parques infantiles o "playground"), particularmente desde que se
preparó el primer patio de arena en Boston para el año 1885.
En 1888 el
estado de Nueva York pasó una ley que disponía para el estudio de lugares donde
los niños podrían jugar al aire libre. En este estado, el movimiento para los
campos de juego para niños fue simbolizado por Jacob A. Riis. Por el otro lado,
en Chicago estos campos de juego para niños fue administrado por Hull House.
En el 1906 se estableció la "Playground and Recreation
Association of América".
Esta Organización era presidida por el Dr. Luther
Gullick y tenía como meta principal promover el desarrollo de campos de juego
para niños en las regiones rurales y urbanas.
Se mejoraron los estándares para
la educación de los futuros maestros de educación física y ,como resultado, se
graduaban maestros con una mejor preparación académica.
Además, los programas
para la preparación de maestros de educación física en las Universidades eran
de cuatro años (bachillerato), contrarios al grado asociado que se contaba
previamente.
Las universidades que tenían estos programas requerían que sus
estudiantes se prepararan con una educación general más amplia, conocimiento en
el crecimiento y desarrollo del niño y la psicología del aprendizaje, así como
entrenamiento especializado en educación física.
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